Es en base a un análisis de la Policía de la Ciudad que alertó que hay 643 detenidos en las comisarías y alcaldías de la fuerza, lo que significa una superpoblación evidente, ya que cuentan con un máximo de 258 plazas transitorias habilitadas para alojar detenidos.
Desde la fuerza sostuvieron que “la Policía de la Ciudad cuentARIASa con un sistema de Alcaidías para alojamiento de detenidos hasta tanto se resuelva la situación procesal de la persona que pueden ser 48 horas o 72 horas. Desde la Alcaidía es trasladado a la U28 de Tribunales y de ahí al penal”. Se debe a que los trámites de fichaje pueden tardar varias horas y un detenido puede permanecer horas también dentro de un patrullero a la espera de un cupo dentro de una celda, incluso una noche entera.
En tanto, el secretario general de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), organismo público autónomo y autárquico con competencia en la Provincia de Buenos Aires, Roberto Cipriano García denunció que “las comisarías son los lugares en los que más se violan los derechos de las personas detenidas” y agregó: “hay sobrepoblación y hacinamiento extremo, les provocan un padecimiento psicológico y físico muy importante que deja secuelas y marcas en las personas”.
Otra de las caracterizaciones que Cipriano manifestó sobre las cárceles es que “son cuevas inhumanas donde se alojan personas sin ningún tipo de acceso a luz natural, a ventilación, a un patio, aislados muchas horas, en escasos metros cuadrados, sin ningún acceso a la atención integral de su salud, con mala alimentación, con muchos problemas de comunicación con sus familias, con dificultades para las visitas por los espacios”.
El secretario general de la Comisión Provincial por la Memoria opinó que se llega a esta situación por una política criminal que se viene implementando hace muchos años, que viola los derechos humanos de manera sistemática y va más allá de las gestiones de gobierno. Y agregó que “la policía, que regula el delito y persigue solamente a sectores más pobres; el Poder Judicial, que trabaja en piloto automático y no investiga por su cuenta; y el sistema penitenciario, que gobierna a la población encarcelada a través de la violencia y la tortura, de manera sistemática, sin ningún tipo de control“.
Números que alarman
En mayo de 2021 la cantidad de presos en comisarías había subido un 1.067% durante la cuarentena. En este sentido, estadísticas de la Procuración Penitenciaria de la Nación publicadas a mediados de mayo indicaron que “durante 2020 se registraron 17.384 detenciones judiciales-policiales de personas mayores de 18 años derivadas a comisarías y alcaidías” en la fuerza porteña. Durante los 234 días que duró el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en 2020, se realizaron 9761, entre el 20 de marzo y 8 de noviembre, y 2.551 detenciones durante el distanciamiento, del 9 de noviembre al 31 de diciembre.
Un dato que se impone es que más del 10 por ciento de estos detenidos estaban en situación de calle; el 11.4% de los arrestos fueron hechos en Balvanera, la zona con mayor tasa de criminalidad. 9200 de ellos, más de la mitad, se reconocieron como “desempleados o desocupados”. La cifra más alta refiere a que el 44.3% de los casos se deben a delitos contra la propiedad, principalmente robos y hurtos.
El informe concluye con un dato preocupante: “Se registró la producción de pésimas condiciones materiales, sobrepoblación y hacinamiento debido a que se llegó a alojar 537 personas en establecimientos cuyo cupo máximo de ocupación es de 130″. Sobre todo alarma que el número actual creció con respecto a la fecha de realización de este informe.
